La testigo es Elizabeth Forlini candidata republicana a las encuestas en Detroit, el día siguiente a las elecciones ayudo a procesar las papeletas militares. Estuvo presente cuando taparon las ventanas del TCF Center para evitar que los republicanos vieran su interior, cinco horas después le permitieron el acceso notandose un gran desequilibrio partidista.
Forlini estaba determinada a luchar por la integridad de las elecciones de Detroit.
Entre lo que pudo notar resalta que no había un republicano en todas las mesas, el ambiente estaba cargado de odio, le daban la vuelta a los sobres cuando pasaba un republicano. Además los republicanos fueron superados en número dentro del recinto, pues decenas de patriotas se quedaron esperando horas para entrar, dado a una excusa oficial que ha evolucionado con el tiempo y más recientemente ha sido que el edificio estaba en «capacidad COVID». Esa fue la excusa de los demócratas de cubrir sus huellas.
En el interior del recinto Forlini expresa que fue víctima de abuso e intimidaciones por parte de los trabajadores electorales. Hasta bromearon diciendo que si había traído sus binoculares, esto haciendo referencia a qué por políticas de COVID los observadores tenían que estar a 6 pies de distancia de las mesas, sin poder ver las boletas.
Esta referencia también fue mencionada por Adam de Angeli, el grabó las capacitaciones de los trabajadores electorales en Detroit donde hicieron exactamente la misma broma, mofandose de que los republicanos
tendrían que traer sus binoculares para ver el fraude electoral que ocurre en Detroit.
En relación a esto, de Angeli conjunto con otros demandaron con éxito a la Secretaria de Estado Jocelyn Benson el 28 de octubre, evitar que ocurriera este tipo de acoso. Sin embargo, por las declaraciones de los testigos, la ciudad de Detroit parece haber ignorado por completo la orden judicial.
Forlini estaba procesando votos ausentes de miembros militares activos cuando notó fechas de nacimiento extrañas. «1938, 1939, 1940, todo para Biden, no hubo una boleta de Trump».
Ante su asombro anotó el nombre y número de boleta de un hombre de 71 años con una dirección en Detroit cuya boleta tenía matasellos de Ontario.
El número de la boleta era 4880, nombre del votante era Kathy Leal, con una dirección registrada de 4160 John R St. Detroit, MI, que a Forlini le sorprendió que fuera una ubicación para el Centro Médico Karmanos.
Al llamar al Centro Médico Karamos, el mismo informó que no habían oído hablar de la Sra. Leal o esa dirección, y sugirieron el Centro Médico Universitario. Al llamar al Centro Médico de la Universidad, dijeron que la Sra. Leal tiene una dirección registrada para el consultorio de un médico, pero que su número de habitación no existe.
Un proveedor de datos de Michigan buscó a la Sra. Leal en la base de datos de votantes y la Sra. Leal tiene un código como contratista del gobierno civil en el extranjero y tiene una dirección de votante registrada en Detroit, pero tiene un dirección postal secundaria que dirige sus votos ausentes a otra dirección en Windsor, Ontario, Canadá. Las dos direcciones están separadas a seis millas en automóvil, donde la dirección estadounidense no existe. La última vez que se actualizó su registro fue en octubre de 2012, desde entonces ha votado en ausencia de tanto en las elecciones primarias como en las generales. Está modelada para ser demócrata en un 98%, agregó el proveedor de datos.
Las llamadas telefónicas al número asociado con Kathy Leal llegaron a un número desconectado. Haciendo que Forlini categorizara a Leal como una boleta sospecha.
Elizabeth Forlini la policía de Detroit estaba «preocupada» por su seguridad, por esto fue escoltada fuera del TCF Center.
Forlini relata que estaban siendo tan acosados que decidieron irse, pero asegura que si hubiera sabido lo que ahora sabe, se hubiese quedado a escribir más números de boleta. La policía de Detroit les preocupaba que los atacaran cuando salieran o se dirigieran a sus coches, pues se estaba gestando un ambiente de violencia en el recuento electoral que preocupaba incluso a la policía.
«Tuvimos que ser escoltados por la policía de Detroit debido a lo hostil que era la multitud», relata Forlini.
Al describir la mentalidad de los trabajadores electorales que conoció en el Centro TCF, Forlini dijo que eran partidistas de extrema izquierda, que se trataba de «hacer que Biden fuera elegido a toda costa».
Acá te dejamos el video con las declaraciones de Forlini