La cadena de suministro de alimentos se ha visto alterada por la falta de transportistas y por la escasez de mano de obra en general. El sector del transporte por carretera afirma que actualmente hay un déficit de unos 90.000 conductores.
Steve Murrells, director general de Co-operative Group, declaró al Times que habían reducido considerablemente la gama de algunos productos. Culpó al Brexit y a las consecuencias de la pandemia.
La BBC dijo a través de Richard Walker, jefe del distribuidor de alimentos congelados Iceland “a menos que los problemas se resuelvan ahora, podrían afectar a los importantes suministros de Navidad”. También agregó que la culpa de la creciente escasez es la falta de transportistas.
El mismo declaró que el déficit de transportistas ha causado cancelaciones de pedidos que abarcan entre 30 a 40 cancelaciones diarias.

La Asociación Británica de Procesadores de Carne (BMPA) corroboró el asunto de la escasez, comentando que la distribución de los productos más demandados en la época decembrina podrá verse afectada.
El British Retail Consortium junto con representantes de la industria del transporte Logistics UK, también ha pedido al gobierno británico que cambie el estatus del conductor de HGV para permitir la contratación en el extranjero, y que acelere las pruebas. El gobierno ante esto presentó planes para agilizar los procesos demandados.
Aunque mencionan una escasez generalizada de mano de obra, incluso para los trabajos de empaquetado de carne y recogida de fruta, Andrew Kuyk, director general de la Provision Trade Federation, habló en nombre del comercio de productos lácteos y carne de cerdo, declaró que no había ningún problema en la fabricación de productos, ofreciendo su versión del hecho:
«Los alimentos se siguen produciendo en las granjas y en las fábricas, pero el reto es hacerlos llegar al consumidor de muchas maneras…Faltan camioneros, personal de almacén, personal en los centros de distribución al por menor, en el supermercado para ponerlo en las estanterías».