¿En el buen nombre de Dios?
Ozzy Osbourne agradece a Lucifer haberle protegido del coronavirus.
El icono del heavy metal y ganador de un premio Grammy, dio crédito a Satanás por cubrirle durante la pandemia, incluso cuando miembros cercanos de su familia contrajeron el COVID-19.
Ozzy dijo a Metal Hammer:
«Mi esposa tuvo el virus; mi hija tuvo el virus y yo nunca lo contraje… Ser un adorador del diablo tiene sus puntos buenos!».
En diciembre, la esposa del líder de Black Sabbath, Sharon Osbourne, dio positivo en la prueba de la enfermedad mortal, que se ha cobrado la vida de más de 700.000 estadounidenses. La ganadora del premio Emmy, de 69 años, publicó en Instagram que tuvo una «breve hospitalización».
Meses antes, el hijo de la pareja, Jack Osbourne, reveló que su hija pequeña, Minnie Theodara, había dado positivo en la prueba de COVID-19.
No está claro cuándo y si la hija Kelly Osbourne tuvo la enfermedad, pero durante el comienzo de la pandemia, se apresuró a iniciar una campaña en las redes sociales, publicando #StayHomeforOzzy, para animar a la gente a ponerse en cuarentena para mantener a salvo a las personas de alto riesgo.
Los Osbournes tienen otra hija, Aimee, de 38 años, una actriz y cantante que se ha distanciado de la imagen pública de los miembros de la familia.
Mientras que el diablo puede o no haber protegido al rockero británico también conocido como el Príncipe de las Tinieblas del coronavirus, Osbourne ha estado lidiando con otros graves problemas de salud.
En enero de 2020, el músico de 72 años de Birmingham reveló que le habían diagnosticado la enfermedad de Parkinson. En 2019, tuvo que someterse a una cirugía de cuello relacionada con una desagradable caída, al tiempo que contrajo una infección por estafilococo potencialmente mortal.

Ozzy Osbourne se convirtió en un icono del rock por su excéntrico estilo de vida, plagado de excesos y su devoción abnegada al rey de las tinieblas. También es conocido, como se menciono previamente, de tener un cuadro de salud delicado por su edad, ya avanzada. Puede que el mismísimo diablo le diera su bendición, o puede que sus otras enfermedades no dieran abasto para otra más, como el covid-19.