El exvicepresidente Mike Pence respaldó el miércoles las vacunas contra el coronavirus e instó a los jóvenes conservadores a vacunarse, el último ejemplo de exalumnos de la administración Trump que elogian las vacunas incluso cuando otros en su movimiento expresan escepticismo sobre ellas.
Pence expresó su apoyo en una celebración del ex presidente Donald Trump, llamando a la Operación Warp Speed, la asociación público-privada de la administración Trump para desarrollar y distribuir las vacunas, un «milagro médico estadounidense.»
Los comentarios de Pence se producen en medio de un resurgimiento de los casos de coronavirus y las hospitalizaciones debido a la variante delta, altamente infecciosa, que, según un nuevo estudio, es significativamente menos infecciosa en las personas vacunadas.

Por otro lado, frente a la cada vez más evidente falta de eficacia de las vacunas, otros prominentes aliados de Trump han seguido siendo escépticos de la vacuna, con el representante Mo Brooks enviando una carta a Biden atada con retórica antivacunas en julio y el senador Ron Johnson ofreciendo elogios a un prolífico escéptico de la vacuna el lunes.
La gran cifra
31%. Esa es la proporción de republicanos que dijeron en una encuesta de la Universidad de Monmouth publicada el lunes que probablemente «nunca» se vacunarán, con otro 11% diciendo que dejarán que otros se vacunen primero para «ver cómo va». En cambio, sólo el 20% de los independientes y el 2% de los demócratas dicen que nunca se vacunarán.
Es gratificante ver que a pesar de que muchos líderes políticos, artistas y figuras de las élites siguen promoviendo las vacunas a punto de discriminar y segregar a quienes deciden no tomarlas, siguen habiendo representantes pensantes que entienden los riesgos que estas representan.
Un coro de voces en contra de las vacunas COVID
A pesar de que los grandes medios eviten hacer eco, cada vez más voces a nivel mundial se suman a las millones de quejas contra las vacunas. Los efectos secundarios graves son reales, la cifra de fallecidos sigue creciendo y los profesionales quienes reportan la vedad son silenciados.
La batalla de opiniones resulta injusta cuando no todos los datos son compartidos con el público general. Frente a una decisión tan importante, todos deberían estar informados en detalle sobre las cifras reales de personas fallecidas o enfermas a causa de las vacunas.
Sin embargo, los gobiernos del mundo han decidido callar a quienes tiene pruebas que demuestren lo contrario, como lo ha sido el caso del Director del Instituto Patológico alemán quien cuenta con evidencia contundente de una gran cantidad de muertes causadas por vacunas.