Hay que tomar en cuenta el rol del personal médico durante la pandemia, se les hizo mentir en nombre del gobierno, a expensas de la salud de sus pacientes.
No bastando con la mano dura de los censuradores, ahora están obligándolos a vacunarse a pesar de saber todo lo que está pasando. Lo peor, no tienen permitido negarse porque los amenazaron con perder su puesto de trabajo. Ser medico durante la pandemia se ha convertido en un trabajo muy controvertido.
En palabras de la Dra. Mollie James, médico de la UCI (Unidad de Cuidados Intensivos) de la ciudad de Nueva York pudimos comprender mejor esta situación:
«Se nos presiona para que vacunemos, y vemos el gran número de complicaciones derivadas de las vacunas en nuestras UCI y urgencias que no se denuncian. Los médicos tienen miedo de informar de todas estas complicaciones derivadas de las vacunas a pesar de que las estamos viendo claramente. Los riesgos graves de complicaciones provienen de quienes tienen inmunidad natural y luego reciben la vacuna o refuerzo. Los médicos y enfermeras de primera línea tienen inmunidad natural después de un año expuestos por de lucha contra el virus. Estos riesgos de complicaciones de la vacuna provienen de un decreto imprudente son graves, e incluyen un mayor riesgo de derrame cerebral, ataque cardíaco y muerte.»
Las declaraciones de la Dra. James dejan en evidencia la mentira de la versión oficial de los Centros de Control de Enfermedades de Estados Unidos, que dicen que las complicaciones de la vacuna son «extremadamente improbables».
James relata cómo muchos médicos están siendo presionados para ajustarse a la política de covid-19 en lugar de a las necesidades científicas, sanitarias o éticas establecidas. Un juez federal de Nueva York aceptó temporalmente que estos decretos sanitarios eran demasiado estrictos y detuvo un decreto de vacunación previsto porque carecía de una “exención religiosa”.
Acusó a los principales medios de informativos que están animando a aplicarse no solo una, sino a recibir múltiples vacunas, bajo el falso pretexto de que no existe riesgo alguno sobre la salud.
Agregó a su declaración:
«Calculo que el 30% de los pacientes de la UCI de Nueva York se deben a complicaciones derivadas de las vacunas, pero nadie quiere hablar de ello. Se clasifican como otra cosa o se ignora el hecho de que una persona sana haya tenido un ataque al corazón o un derrame en las 48 horas siguientes de aplicarse de la vacuna«
James como testigo de las complicaciones originadas por las vacunas tanto a colegas profesionales, como público en general; alega que este problema solo agrava la situación actual y que los decretos solo empeorarían todavía más. Acusó a la política por la falta de datos para poder afrontar este problema.
Ante toda advertencia y negativa, la Asociación Medica Americana (AMA) sigue implementando los pasaportes de vacunación. James concluye alegando que los decretos no están basados en un hecho científico, tildándolo de innecesarios. A su vez, exige que asuntos relacionados con el virus sean atendidos por un medico de verdad y no por mentiroso del actual régimen de Biden que solo empeoran mucho mas la actual crisis.