El portavoz de los talibanes, Zabihullah Mujahid, afirmó en una reciente entrevista que China será el «socio más importante» de Afganistán, ya que el nuevo gobierno dirigido por los talibanes busca inversiones en infraestructuras.
Mujahid declaró al periódico italiano La Reppublica.
«China es nuestro socio más importante y representa una oportunidad fundamental y extraordinaria para nosotros, porque está dispuesta a invertir y reconstruir nuestro país…Hay ricas minas de cobre en el país que, gracias a los chinos, pueden volver a funcionar y modernizarse. Además, China es nuestro pase a los mercados de todo el mundo».

Afganistán se enfrenta a una posible crisis económica, y el nuevo gobierno está falto de dinero. Tras 20 años de guerra en el país, Estados Unidos está reteniendo miles de millones en reservas afganas para utilizarlos como palanca sobre los talibanes.
Dado que Estados Unidos utiliza su control sobre el sistema financiero mundial como arma contra los talibanes, China es un socio obvio al que pueden recurrir. China es un país regional y está tratando de ampliar su proyecto de infraestructura global, conocido como la Iniciativa del Cinturón y la Ruta.
Una de las pocas peticiones de China a los talibanes es que corten los lazos con el Movimiento Islámico del Turkestán Oriental (ETIM), un grupo musulmán uigur al que Pekín acusa de llevar a cabo ataques terroristas en Xinjiang.
Pero Pekín parece estar dispuesto a reconocer al nuevo gobierno talibán y ha mantenido su embajada abierta en Kabul.