Cuando el esposo de Julie Smith enfermó por coronavirus se vio obligado a entrar en coma inducido, ella recurrió a la ivermectina. Se trata de un medicamento antiparasitario que algunas personas utilizan para tratar o prevenir el covid-19.
La mujer alegó en su declaración jurada frases tales como «Mi marido está a las puertas de la muerte».
El hospital se negó supuestamente a administrar el medicamento a Jeffrey Smith, 51 años, mientras estaba gravemente enfermo y conectado a un respirador artificial, según una demanda que presentó en nombre de su marido este mes.
Ahora el hospital está obligado a administrar el tratamiento no comprobado a Jeffrey Smith, después de que un juez fallara a favor de su esposa. El 23 de agosto, el juez del condado de Butler, J. Gregory Howard, ordenó al hospital tratar a Smith con ivermectina durante tres semanas.
El juez tomó la decisión a pesar de que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) no ha aprobado la ivermectina para tratar o prevenir el covid-19. Además, desaconsejó su uso en medio del aumento de llamadas a los centros de intoxicación.
«El Hospital West Chester deberá administrar inmediatamente ivermectina a Jeffrey Smith», escribió Howard en su orden, publicada primero por Ohio Capital Journal y Cincinnati Enquirer.
La orden del pasado 23 de agosto sin motivo del juez, alega que a Smith se le administrarán 30 miligramos de ivermectina al día durante 21 días. El estado de vacunación de Smith no es mencionado en la demanda, tampoco es aclarado por el abogado de Smith, Jonathan Davidson.
Davidson dijo el martes que Jeffrey Smith está vivo, pero se negó a compartir detalles sobre la condición médica de su cliente, citando la privacidad de la familia. Adicionalmente, agregó «Ahora mismo estamos esperando».
Un portavoz de UC Health, que incluye el Hospital West Chester, dijo que no puede comentar sobre el litigio o los detalles de la atención al paciente debido a las leyes de privacidad.
Por otro lado, las agencias sanitarias en general han expresado estar alarmados por las sobredosis del fármaco antiparasitario en las últimas semanas. La FDA, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) y los Institutos Nacionales de Salud advirtieron durante meses el uso del medicamento para tratar el coronavirus.
A pesar de las advertencias, una versión de la ivermectina aprobada para los seres humanos se utiliza desde hace mucho tiempo para combatir las infecciones parasitarias. Algunos médicos se convirtieron en defensores del fármaco para el tratamiento del virus chino, recetándolo de forma rutinaria.
El fármaco encontró buena aceptación en círculos conservadores, promovido por presentadores de programas de entrevistas y legisladores republicanos.
Jeffrey Smith, dio positivo en la prueba del coronavirus el 9 de julio y fue ingresado en una unidad de cuidados intensivos seis días después, según la demanda presentada en el Tribunal de Causas Comunes del Condado de Butler, en Ohio.

Al poco tiempo Smith mantuvo «un periodo de relativa estabilidad» antes de que su estado empeorara el 27 de julio. Según la demanda, fue sedado y conectado a un respirador artificial pocos días después.
Después de que su marido quedara en coma inducido el 20 de agosto, Julie Smith buscó y recibió una receta del medicamento de Fred Wagshul, un médico de Ohio que dijo al Capital Journal que la postura del gobierno hacia la ivermectina equivale a un «genocidio».
Julie Smith pidió a los médicos que le administraran el fármaco, el hospital se negó a hacerlo, diciéndole que la ivermectina podía interferir con otros tratamientos y que no podían hacer nada, según la demanda.
Entre los que presentaron la demanda estaba Ralph Lorigo, el presidente del Partido Conservador del Condado de Erie, que ha demandado con éxito en Illinois y Nueva York órdenes similares de uso de ivermectina.
La Alianza de Cuidados Críticos de Front Line Covid-19, una organización sin fines de lucro que promociona la ivermectina como tratamiento preventivo para el virus chino y en la que Wagshul figura como médico fundador, se menciona en la demanda de Ohio.
La organización incluye los precios y la ubicación de las farmacias que suministran el medicamento antiparasitario.
Como parte de la demanda presentada ante el juez, Julie Smith firmó una autorización completa que liberaba al Hospital West Chester de cualquier responsabilidad relacionada con el tratamiento de ivermectina.
Queda esperar que se resuelva algún día el misterio detrás de los tratamientos para el covid-19. Las elites van a silenciar todo lo que afecte el flujo de ganancia obtenidos por estas viles inyecciones. Las grandes farmacéuticas y promotores de la vacuna solo seguirán el guion para mantener en el podio, que ellos mismos le fabricaron.
¿Por qué los médicos alentaban a no usar la ivermectina? Si no hiciera efecto sobre el virus no habrá problema en aplicarlo. ¿Será que nos ven como sus conejillos de indias? Existen muchas interrogantes que solo el tiempo y la verdad pueden aclarar.