Las absurdas y exageradas medidas de vacunación impuestas por el régimen de Biden han comenzado a causar consecuencias que complican la vida de todos en el país. Recordemos que la semana pasada el presidente Biden indicó que todas las grandes empresas de más de 100 empelados debían exigir pasaporte de vacunación a su personal, y extendió esta normativa a varios sectores como empleados federales y de salud.
Frente a esta amenaza de los derechos y las libertades, un gran número de empleados del hospital general del condado de Lewis en Lowville, New York ha decidido renunciar, lo que trajo como consecuencia que el centro de salud se viera en la obligación de suspender todos los partos después del 24 de septiembre. El hospital no cuenta con el personal necesario para dar respuesta eficiente a todos sus pacientes.
El director ejecutivo del Sistema de Salud del condado de Lewis, Gerald Cayer dijo que luego de que el Departamento de Salud del estado de Nueva York anunciara que todos los empleados sanitarios debían tener al menos una dosis de la vacuna contra COVID-19 antes del 27 de septiembre, 30 personas presentaron su renuncia, 21 de ellas desempeñaban funciones en el área clínica.

En una rueda de prensa el pasado viernes, Cayer aseguró:
«No podemos contar con personal seguro para el servicio después del 24 de septiembre. La cantidad de renuncias recibidas no nos deja otra opción que detener el parto de bebés en el Hospital General del Condado de Lewis. Espero que el Departamento de Salud trabaje con nosotros en apoyo de pausar el servicio en lugar de cerrar el departamento de maternidad»
Además, aseguró que otros departamentos están en riesgo frente a la cantidad de personas que aún no han sido vacunadas y que seguramente seguirán sin hacerlo.
La discriminación contra los no vacunados es cosa de todos los días
Uno de los planes de contingencia es el de reasignar algunas enfermeras a funciones administrativas, pero ¿realmente querrán aceptarlo? El plan de nación que se ha venido forjando en los últimos meses es simplemente ridículo y parece estar diseñado para discriminar a quienes no quieren vacunarse.
Por otro lado, se aclaró también que todo el personal que sea despedido y que renuncie a causa de su estatus de vacunación no será elegible para los beneficios de desempleo,
¿Qué solución piensa dar el Departamento de Salud a los pacientes? Es inaudito pensar que puedan quedarse de brazos cruzados frente a una renuncia masiva de personal que afecta el funcionamiento de los hospitales.