La Cámara Naviera Internacional, que representa a 65 millones de trabajadores y al 80% de la flota mercante mundial, lanzó la advertencia en una carta abierta dirigida a la Asamblea General de las Naciones Unidas el miércoles.
La declaración firmada por la Asociación Internacional de Transporte Aéreo, el Sindicato Internacional de Transporte por Carretera y la Federación Internacional de Trabajadores del Transporte, afirmaba que podría producirse un «colapso del sistema de transporte mundial» si los gobiernos del mundo no restablecen los niveles de circulación de viajeros anteriores a la pandemia.
La carta firmada por todos estos entes asegura:
«Las cadenas de suministro mundiales están empezando a ceder a medida que la presión de dos años sobre los trabajadores del transporte se cobra su precio…En todos los sectores del transporte también hay escasez de trabajadores, y se espera que se marchen más como consecuencia del mal trato que han recibido millones de personas durante la pandemia, lo que pone en peligro la cadena de suministro».
A lo largo de la pandemia, la imposición de restricciones a los viajes, los requisitos de distanciamiento y los cierres de fábricas han provocado tensiones en las cadenas de suministro tradicionales.

El Financial Times informa de que esto ha provocado congestión en los puertos, retrasos en las entregas y un aumento de las tarifas de los fletes. Los expertos del sector temen que la escasez de trabajadores se agrave en los próximos meses.
Guy Platten, secretario general de la Cámara Naviera Internacional, se mostró preocupado por el temor de los trabajadores a los cierres de puertos y a las restricciones de viaje, que podría aumentar la indecisión de los marinos a la hora de comprometerse con nuevos contratos.
La carta añadía que se calcula que unos 400.000 marinos no podrán salir de viaje durante el apogeo de la COVID-19 en 2020.
Willie Walsh, director general de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo, dijo que su grupo espera que prevalezca el sentido común.
«Pero a pesar de todo el buen trabajo que se realiza entre bastidores, los datos disponibles y la experiencia, tenemos a la ciencia política influyendo en las decisiones, no a la ciencia real».
La noticia llega al mismo tiempo que el Reino Unido se ve afectado por la escasez de camioneros y la crisis de la gasolina.
Boris Johnson, de 57 años, ha tomado medidas para movilizar a los transportistas militares y ha ofrecido 5.000 visados a conductores extranjeros para paliar la escasez. Pero se dice que la escasez forma parte de un fenómeno mucho más amplio.
El fenómeno de escasez que se esta presentando en Reino Unido solo es la punta de iceberg de las situaciones que acontecen en su día a día. A pesar de las medidas tomadas por el gobierno, sus críticos apelan a que solo son una solución temporal y poco rentable para la futura crisis que están cultivando.