El caso de Texas contra Pensilvania, Michigan, Wisconsin y Georgia es el boom. Todos los estados del país están tomando un lado en esta situación.
Es de conocimiento público que el estado de Texas demandó a Georgia, Michigan, Pennsylvania y Wisconsin el lunes por la noche en la Corte Suprema de los Estados Unidos por sus procedimientos electorales ilegales.
Los argumentos de Texas para la demanda fueron que estos cuatro estados violaron la Constitución de los Estados Unidos porque hicieron cambios a las reglas y procedimientos de votación a través de los tribunales o mediante acciones ejecutivas. Pero estos estados no realizaron los cambios a través de las legislaturas estatales como se detalla en la Constitución de los Estados Unidos.
Hoy el presidente Trump se unió a Texas en la demanda a los cuatro estados. Hasta la fecha 18 estados se han unido a Texas en su caso
106 republicanos de la Cámara de Representantes de EE.UU. han firmado un documento en respaldo a Texas, aunque la lista deberían ser más de 200.
Sin embargo, también hay unos territorios que se han unido en apoyo a Pensilvania, Michigan, Georgia y Wisconsin. No les afecta la corrupción sólo el poder.
El fiscal general de California del Norte junto a otros fiscales generales demócratas a favor de los estados demandados.
Ohio se unió a Texas en un principio pero luego retrocedió, Wyoming, Iowa, Kentucky, Alaska, New Hampshire e Idaho decidieron mantenerse al margen del caso. Esto nos indica que el país se encuentra en juego y cada quien a elegido su bando.
Pero la cantidad de estados y entidades que se unen a Texas es amplia, muchos quieren que se haga justicia por el robo de las elecciones del 2020. Esto le da aún más peso a una demanda bien fundamentada y sustentada, no un caso falso.
El afán por el poder de los demócratas es demasiado, pues no se había visto en la historia de Estados Unidos que un partido colocará todo su esfuerzo para derrotar a otro.