El Papa Francisco exigió recientemente en una reunión con el presidente de la Ciudad del Vaticano, Bertello que:
Vaticano»que es necesario asegurar la salud y el bienestar de la Comunidad de trabajo en el respeto de la dignidad, los derechos y la libertad fundamental de cada miembro».
Papa Francisco

A partir de ahora, el Vaticano exigirá a todos los visitantes y al personal que muestren un pase COVID-19 que demuestre que han sido vacunados, que se han recuperado del coronavirus o que han dado negativo en las pruebas de la enfermedad para poder entrar en la ciudad-estado a partir del 1 de octubre.
Aunque pueda sorprender esta exagerada ordenanza, no es la primera vez que una institución religiosa implementa este tipo de medidas discriminatorias en contra de los no vacunados. Hace unos meses, las sinagogas de Israel implementaron una medida igual de invasiva, solo quienes hayan recibido la tercera dosis de la vacuna tienen derecho a ingresar.
Lo que se supone es un lugar donde todos son bienvenidos, ha decidido negarle el acceso a quienes hayan tomado la decisión personal de no recibir las peligrosas vacunas.
De frente a las restricciones que pretenden implementar a nivel mundial con respecto a las vacunas, hay dos tipos de organizaciones. Algunas que ceden a estas absurdas demandas, y aquellas que han decidido oponerse y luchar por los derechos de sus clientes al no exigirles prueba de vacunación.