A pesar de la desinformación vertida por la jueza Sotomayor, el Tribunal Supremo de EE.UU. ha bloqueado la norma de la administración Biden de vacunación o prueba para las empresas de EE.UU., pero permite el mandato de vacunación para la mayoría de los trabajadores de la salud.
La Federación Nacional de Empresas Independientes (NFIB) argumentó contra el Departamento de Trabajo, en la primera audiencia del Tribunal, que:
«El arrollador dictado normativo de la OSHA» perjudicará «irremediablemente a las mismas empresas con las que los estadounidenses han contado para distribuir ampliamente las vacunas COVID-19 y los equipos de protección para salvar vidas, y para mantenerlas alimentadas, vestidas y sostenidas durante esta pandemia que ya dura dos años».
La norma de la Administración de Seguridad y Salud en el Trabajo (OSHA) habría obligado a 80 millones de trabajadores a vacunarse o a someterse a pruebas periódicas.
El voto del fallo de la OSHA fue de 6-3 con Breyer, Sotomayor y Kagan en disidencia.
«Permitir que la OSHA regule los riesgos de la vida cotidiana -simplemente porque la mayoría de los estadounidenses tienen trabajos y se enfrentan a esos mismos riesgos mientras trabajan- ampliaría significativamente la autoridad reguladora de la OSHA sin una clara autorización del Congreso».
El presidente del Tribunal Supremo, John Roberts, nombrado por el presidente George W. Bush, dijo durante los argumentos que cree que es difícil argumentar que la ley de 1970 que rige la OSHA «da rienda suelta a las agencias para promulgar una regulación tan amplia».
El tribunal permitió que entrara en vigor otra norma que exige las vacunas a los trabajadores de residencias de ancianos, hospitales y otros centros que reciben pagos de Medicare y Medicaid del gobierno federal (lo que será interesante dado que California acaba de permitir que los trabajadores sanitarios positivos al COVID vuelvan a trabajar).
El voto del mandato de la vacuna para los trabajadores de la salud fue de 5-4 con Thomas, Alito, Gorsuch y Barrett en disidencia, lo que significa que Roberts y Kavanaugh se unieron a los jueces liberales para permitir que el mandato del HHS sobre los trabajadores de la salud se mantenga.
Así que con más de 1 millón de casos de COVID al día, una inflación récord, Sinema reventando el filibustero, un índice de aprobación récord, y ahora su mandato de vaxx en ruinas, esto parece resumir las cosas bastante bien…