En el océano Pacífico existe el punto más alejado de cualquier costa en todo el mundo y nadie se atreve a explorarlo.
Situado en estas coordenadas [45º52.6S, 123º23.6W], el ‘Punto Nemo’ es el lugar más alejado del planeta Tierra, localizado en medio del Océano Pacífico, a unos 1600 kilómetros de la Islas Ducie, Motu Nui y Maher, es decir, en medio de ninguna parte. Los astronautas de la Estación Espacial Internacional, son los humanos que pasan más cerca de ese punto al orbitar el planeta a unos 416 km, ya que en barco se tarda en llegar unos 15 días, 10 horas y 37 minutos, eso contando, con que se trate de un barco rápido.
El ingeniero croata-canadiense Hrvoje Lukatel, descubrió este lugar en 1992, valiéndose de un programa informático de geolocalización. Bautizado inicialmente como “polo oceánico de inaccesibilidad”, es más conocido por llevar el nombre del célebre capitán, creado por Julio Verne, Nemo, que además en latín significa ‘nadie’, por lo que resulta un nombre doblemente apropiado para este inhóspito lugar.
Es considerada la zona con menor actividad biológica de todo el planeta, ya que al estar muy lejos de tierra firme, los vientos son incapaces de arrastrar hasta allí materia orgánica.
Las agencias espaciales internacionales, tienen a este lugar como cementerio espacial, o vertedero de fragmentos de satélites y de la propia estación Mir.
Durante mucho tiempo se especuló sobre el tipo de seres vivos que podrían habitar el Punto Nemo.
¿Monstruos?
A pesar de escribir su obra 66 años antes de que fuese descubierto, el autor H. P. Lovecraft escogió un sitio curiosamente cercano para situar R’lyeh, el hogar de Cthulhu, su legendaria criatura de rostro con tentáculos.
Luego, en 1997, unos oceanógrafos grabaron un sonido misterioso a menos de 2.000 km al este del Punto Nemo. Eso provocó mucha excitación y también temor.
Bautizado como “El Bloop”, era más fuerte que el emitido por una ballena azul y se especuló que sería producido por un desconocido monstruo marino.
Sin embargo, posteriormente la Administración Nacional Océanica y Atmosférica de EE.UU. (NOAA, por sus siglas en inglés) confirmó que se trataba del sonido del hielo.
Cuando los grandes icebergs se agrietan y fracturan generan sonidos poderosos de ultra baja frecuencia.
No existe mucha diversidad
En el Punto Nemo realmente no están dadas las condiciones para que haya mucha diversidad de especies.
Eso se debe a que está dentro del Giro del Pacífico Sur, una enorme corriente giratoria limitada en el este y oeste por Sudamérica y Australia, en el norte por el ecuador y en el sur por la fuerte Corriente Circumpolar Antártica.
La corriente bloquea la entrada de aguas más frías ricas en nutrientes. Además, como la región está tan aislada de masas de tierra, tampoco el viento transporta mucha materia orgánica.
Como consecuencia, hay poco alimento y, al no haber material que caiga como “nieve marina”, el fondo también está sin vida se le llama “la región menos biológicamente activa del océano en el mundo”.
Aun así, hay unos pocos lugares excepcionales donde unas criaturas únicas pueden sobrevivir.
Magma brota en el hueco entre las placas creando respiraderos hidrotermales que expulsan agua caliente y minerales.
Es un ambiente extremo, pero en el que prosperan bacterias que adquieren su energía de las sustancias químicas liberadas por las erupciones.
A su vez, las bacterias sirven de sustento para criaturas de mayor tamaño que incluyen al “cangrejo yeti”, observado por primera vez en 2005.
Plástico omnipresente
Un estudio publicado en 2013 confirmó que hay un parche de basura en el Giro del Pacífico Sur. La mayor acumulación estaba en el centro, cerca de 2.500 km al noreste del Punto Nemo. Se trata principalmente de plásticos como poliestireno, sedales y fragmentos provenientes de barcos y de la costa.
Não acredito muito em Daniel estulim,acho que inventa um pouco.
Entonces ya no crees en la tierra plana