El gobernador Ron DeSantis respondió el jueves por la noche a la decisión presidencial de recortar los tratamientos con anticuerpos monoclonales enviados a Florida. El régimen de Biden esta semana le dio a Florida menos de la mitad de los tratamientos que necesitaba para un período de 7 días.
Estados rojos como Alabama, Texas, Mississippi, Georgia, Luisiana y otros también están siendo señalados por el Régimen de Biden. Según los informes, Florida necesita unas 72.000 dosis de tratamientos de anticuerpos monoclonales por semana, sin embargo, el Régimen Biden sólo envió 30.950 al estado.

Psaki defendió el jueves esta medida y dijo que la prioridad del régimen de Biden es ser «equitativo». Sostiene que se trata de un panel informativo sobre la mortalidad por covid-19 dirigido por el gobierno.
DeSantis arremetió contra Biden y dijo que va a «luchar como loco» por la gente de Florida. «Es un error penalizar a Florida por su amargura partidista».
DeSantis se defendió de las críticas y argumentando que hizo prioridad el tratamiento contra el covid-19.
De Santis respondió las críticas realizadas hacia su gestión de la pandemia, acreditándose la realización de eventos con la finalidad de ayudar a promover la vacuna contra el virus chino. A su vez, declaró como una injusticia del régimen de Biden obligar tanto a empresas y gobiernos locales a prescindir de empleados que se negaran a vacunarse.
Señaló adicionalmente que Florida había accedido libremente a las reservas de anticuerpos monoclonales, pero que eso se debía a que había hecho de la provisión de los tratamientos una prioridad.
El gobernador de Florida ha sido una piedra en el zapato en la era Biden, al tratarse de coronavirus. No les basta que se sume a sus reglas sobre la atención de la pandemia, también quieren ser negligentes por seguir una ambición partidista, un hecho que no sorprende la falta de vergüenza en este nuevo gobierno.