La curiosa práctica de guardar restos de Santos fallecidos en los altares católicos

Publicado el 22 de marzo de 2023, 11:58

En el mundo normal no está bien guardar pedazos de personas muertas en el armario ¿cierto? Pero hay una comunidad en la que no solo está bien si no que es parte de la tradición, hablamos de los santos muertos del ritual católico. Claro está, los restos no están guardados en el armario si no consagrados en un altar.

Aunque parezca algo mórbido, la verdad es que el mundo cristiano medieval estaba lleno de reliquias de los famosos muertos santos, como María Magdalena. De hecho, se vendían, compraban, robaban y pregonaban a menudo piezas de menor importancia y fragmentos candentes: sudarios, lenguas, dedos, prepucios. Hoy en día, puede parecer indecoroso colocar un auténtico metacarpo del dedo corazón cargado de pan de oro del siglo VIII a.C. en el armario encima del microondas con el resto de la colección, pero en el caso de las iglesias, las tradiciones perduran.

Por ejemplo, la catedral de San Pedro Apóstol de Kansas City tiene cientos de trozos de santos en recipientes -relicarios- detrás del altar. El obispo Donnelly, creador de la archidiócesis de la región, escribió a Roma en su día para pedir algunas reliquias, y Roma cumplió. Cada reliquia venía con un certificado de autenticidad escrito en latín, como la perteneciente al Papa Pío V, fallecido en 1572. Y por si se lo está preguntando, no es sólo esta iglesia de esta ciudad y país la que tiene reliquias. Como dice UCatholic, al parecer son todas, todas y cada una de ellas.

Está claro que hacer un estudio de cada una de las diócesis, parroquias, iglesias y capillas católicas del mundo nos resultaría una tarea imposible. Sin embargo, fuentes dentro de la organización como UCatholic afirman que todas ellas contienen reliquias.  Si bien, el Vaticano no construye iglesias frecuentemente, es lógico asumir que existen algunas reliquias en reserva para distribuirlas cuando sea necesario.

Es importante destacar que la Iglesia nunca ha avalado oficialmente una reliquia como auténtica a pesar de que existen aparentes certificados de autenticidad. No obstante, la Iglesia reconoce el significado que estas reliquias tienen para los creyentes, una especie de recuerdo.

La práctica de aferrarse a los trozos de los muertos comenzó con el Segundo Concilio de Nicea en el año 787 d.C. El objetivo de la reunión era unir a la Iglesia y unificar su doctrina, aún en desarrollo, tal y como recoge Papal Encyclicals Online. El concilio decidió que -quizá en aras de la continuidad con los antepasados cristianos- cada iglesia debía tener una "instalación de reliquias".

Clasificación de las reliquias

En cuanto a las reliquias propiamente dichas. las Escrituras católicas aseguran que existen por niveles. Tenemos reliquias de primera clase, de segunda clase y de tercera clase.

  • Las reliquias de primera clase son pedazos de personas reales, incluyendo huesos, cabello, etc.
  • Las reliquias de segunda clase son cosas que esas personas poseían, como ropa, libros, etc.
  • Las reliquias de tercera clase son cosas que estuvieron en contacto con reliquias de primera y segunda clase o con sus propietarios.

Dada la amplitud de esta clasificación, es posible que el Vaticano tenga realmente un gigantesco depósito de reliquias guardadas a buen recaudo y/o a la espera de ser distribuidas a las iglesias.


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